3 razones para salvar Radio 3
«Me siento muy orgulloso de que Tricky, Massive Attack o Chemical Brothers hayan permitido que sus discos se hayan estrenado mundialmente en Siglo XXI antes que en ningún rincón del mundo. También es verdad que todos estos artistas encontraban asombroso que hubiera una emisora que a las once de la mañana y en difusión nacional pusiera sus canciones. »
Los enamorados de Radio 3 de Radio Nacional de España somos unos sufridores. Nos hemos acostumbrado ya a vivir permanentemente con una corazonada agorera. Cada vez que el gobierno del país cambia de signo, cada vez que hay un nombramiento en RTVE… nos ponemos en lo peor. «Ya está», nos decimos. «Ahora sí; esto se acaba». En estos días el corazón se nos estruja un poquito otra vez. Hablan los papeles de cambios gordos que se avecinan en Radio 3, cambios de personas y cambios de ideas, y a ninguno nos sorprende. Parece que no se habla de cerrar la emisora, cierto. Pero, ¿qué diferencia hay entre cerrarla y mantenerla abierta con el mismo nombre pero cambiando completamente los contenidos? Manel Fuentes no tiene ningún sentido en Radio 3. No es una cuestión de calidad —el señor Fuentes es muy competente haciendo lo suyo— sino de oportunidad. Es como si Ramón García empezase a escribir guiones para las historietas de El Jueves. Estas son las 3 razones por las que RTVE y el gobierno deberían conservar Radio 3 con el mismo espíritu que tiene desde hace 30 años:
- No existe una alternativa a Radio 3. Sencillamente, en España no hay otra programación a nivel nacional siquiera parecida a la de Radio 3. Desde el punto de vista de la variedad, hacerla desaparecer sería más desastroso que hacer desaparecer La Ser, La Cope, Cadena Dial o incluso Radio 1 de RNE, puesto que al menos los tipos de contenidos de estas cadenas se pueden encontrar en otras emisoras, en casi todos los casos. Radio 3 es el único estandarte convincente en contra de las radiofórmulas, los patrocinios encubiertos, las listas de ventas, las modas de quince minutos, el conservadurismo cultural, el conservadurismo a secas, el papanatismo musical y los envoltorios histriónicos de los medios de masas.
- Radio 3 es prácticamente el único valor que algunos recibimos a
cambio de nuestra contribución a RTVE. Y aún así Radio 3 es
extremadamente barata. ¿Que Radio 3 no es viable económicamente?
Vamos a ver eso. En «El Ente» llevan años rasgándose las vestiduras
por la baja audiencia de los programas de Radio 3 en comparación con
programas mainstream de otras de sus cadenas. Parece evidente que
Cuando los Elefantes Sueñan con la
Música
siempre va a tener menos audiencia que el magacín de la mañana de
Radio 1. Pero, ¿cuáles son los costes de producción de uno y otro?
Dado que en RNE
no hayapenas hay publicidad, el único criterio económico de viabilidad debería ser el coste relativo, en oyentes/€. Pero en cualquier caso, y dado que RTVE es un «servicio público» en teoría ajeno a intereses comerciales, el económico no debería ser nunca el único criterio a aplicar. Por otro lado, el propio carácter selectivo de los oyentes de Radio 3 hace que estos apenas consuman muchos otros productos de RTVE que están dirigidos a un público mucho más amplio. - La cultura y la música en España sufrirían si Radio 3 desapareciese. Muchos aspectos de la cultura y muchas tendencias musicales tienen en Radio 3 su único eco con cierto alcance. La música indie no quiere que Radio 3 cambie. Las contracorrientes tampoco; la vanguardia musical, las artes plásticas, la tecnología, los músicos que terminan su primera maqueta, los performers, los pequeños festivales, también los festivales grandes, las músicas del mundo, la poesía, el country, el silencio, la música brasileña, el jazz… incluso la UNED confía en Radio 3.