¿Oficio y beneficio o predecible y apacible? (podría no ser tan
terrible, pero ¿merece la pena el sacrificio?)
Entre el diseño individual el control de la necesidad y
asumir los destinos participar de las decisiones.
Entre máquinas y personas objetos y conversaciones sentidos y razones
entre el hemisferio izquierdo y el derecho entre hemisferio norte y
hemisferio sur.
Si el menú no sirviera opciones (o si al menos pudiesen contarse) si
las supiese mesurar o si fuese yo estúpido sobraban todas estas líneas
torcidas y ya habría optado medio camino hecho un empezar, el objetivo
la ruta y su prioridad como hacen tantos sin lamentos como el menda sin
indecisión y sin blog y el viaje no les sale mal. ¿Por qué, entonces,
el ahogo? Soy, ahora lo veo luminoso
probablemente estúpido, al final.
Más la circunstancia es contraria: me senté, abrí la carta
tomo rollizo inflado de menús empecé a leer hace
mucho tiempo revisando ingredientes me gustan casi todos (menos los
pistachos) (y la sandía) y aún sólo voy por la mitad de la introducción
al primer volumen de los entrantes…
Porque todo me apetece del menú se me antoja y me encanta y lo deseo
como al asno de Buridán:
Dibujar con el alfabeto admirar a los que saben pintar de verdad
páginas de historias verdaderas en colores sintéticos, o al revés saber
de otros que admiran igual leer todo de todos ellos escribir lo que
aprenda más lo que me sepa inventar jugar con trastos que son un mundo
cada uno los que se tocan y los que no todos los juguetes espectaculares
que se pueden diseñar hacer otros trastos yo mismo que otros a su vez
puedan usar hacer el amor por amor al arte o simplemente por gusto sobre
cada pieza de mobiliario de nueve a seis y con más de tres no quiero
decir a la vez (pero todo se puede ver) comer sin tenedor ni pan probar
lo que me pongan vivir como un oriental en el cono sur de la Europa
tropical tan lejos, es casi volver ya hablando raro juntarme con
extravagantes a los que miran mal hasta que ésos me entiendan y entonces
volver a empezar ser en paralelo a mis compañeros verlos crecer aún más
que yo citarme cada año doquiera que estén saborear cada charla estrujar
cada ciudad atrapando cada imagen que no quiero olvidar que es cada
imagen sudar más cuando se imponga rendir mejorar aprender absorber todo
lo que me hace bien que es tanto y escuchando todo de fondo mientras
hago todo lo demás vibrar con lo que cuentan también con lo que cantan
crear sonidos que no suenen mal tachar de las narraciones que me faltan
por ver que son muchas de las viejas más las que están por estrenar
saberme lo más para quien sea todo para mí a quien no tenga que explicar
el ansia de probar de sentir de cambiar de volver y de estar y de ser o
en su defecto saber plegarme de una puta vez.
Todo no cabe eso lo sé.
Me miro en los reflejos de los que necesito pero no lo
admito a los que admiro, que me inspiran de los
que aprendo ¿que me entienden? hago diferencias e infiero
resultados analizo los porqués de sus caminos en sus variaciones toda mi
querida parafernalia que no basta ni arroja resultados por más que viva
y le dé vueltas y vuelva a reconsiderar o corrija la ecuación.
Y si volver es el argumento más correcto que es cierto, que más vale
¿volver a qué, exactamente? Dime cuál es el origen si alguno hay y si
cruel no es el volver a él (¿no me toca a mí inventar uno ya?)
Continuará…