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83 posts tagged with "in-Spanish"

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Carta abierta a EDF Energy

· 3 min read

Estimados bastardos de EDF Energy Si tan preocupados estáis por la eficiencia energética de mi hogar y por mejorar el aislamiento de mi piso, por que contrate un seguro contra las posibles fugas de agua en las cañerías, por las sequías en Mozambique, por la supervivencia de la biomasa brasileña, por mis emisiones de CO2, por colocarme una pulserita verde gilipollesca que atestigüe mi compromiso con el «2010 Carbon Challenge», por venderme un depósito de agua para el jardín… si os decís «passionate» por todo eso, ¿os puedo pedir que no imprimáis para mí ni uno más de esos desplegables preciosos a todo color en papel satinado superglossy de 120 gr/m2 blanqueado con cloro, hijos de puta? Que si fuese solo eso, pues vale. Pero es que toda esa publicidad ridícula (que descarto sin leerla en cuanto detecto que es publicidad, y no facturas) nos la enviáis siempre por duplicado, mamones. Una vez con la factura del gas, y otra vez con la factura de la electricidad. Cuando no todo por separado. Que digo yo que si es verdad que «every little counts» os podíais aplicar el cuento. No os costará tanto encontrar todos los domicilios que tienen contratado más de un servicio con vosotros (que serán muchos) y contarlos solo una vez cuando os toque hacer el mailing. Una mijita de SQL, hombre; que no es más que un SELECT medio guarro. Yo os lo escribo. Y ya de paso las facturas del gas y de la electricidad me las envían ustedes juntitas también, muchas gracias. Lo que os ahorréis en papel, tinta, mano de obra, infraestructura y gastos de correo me lo descontáis de la factura del mes siguiente. Os dejo que os apuntéis el tanto medioambiental; como si la idea hubiese sido vuestra. ¿No habéis oído hablar de la compañía aérea aquella que se ahorró un pastizal a base de escatimar una aceituna en cada comida? Bueno, eso será una leyenda urbana. Pero, ¿vosotros sabéis lo que me duele a mí echar a reciclar todos esos folletos y sobres inútiles? Atentamente el tripu PD: ¿quién coño querría registrarse en una de esas campañas para entrar en el «Stadium of Heroes» [sic] de vuestro oportunismo pseudoconservacionista?

Oh, how wonderful! Right before submitting this rant, when I was double-checking the facts, Google spat out the picture at the bottom, CC Anthony Grimley — click on the picture to see the notes.

Fútbol

· 2 min read

Frases oídas esta noche en un bar de Londres durante la final de la Eurocopa: «¡Maricón, vuelve a Cataluña!» Esto lo gritó al jugador Xavi uno que había a mi lado. Inmediatamente, otro que estaba cerca se volvió hacia él con cara de disgusto. Entonces el que había gritado empezó a explicarse y a darle palmaditas de buen rollo en la espalda al catalán. Y le oí decir «no, ¡si yo soy vasco!». O sea, que él también se siente oprimido por el Estado Español, así que todo queda entre hermanos. «¡Alemán, hijo de puta!» El deporte, uniendo a las naciones y a los pueblos. «¡España: una, grande y libre!» Esta frase es bonita, pero me suena haberla oído antes en algún sitio, así que como cántico es muy poco original. «¡España! ¡España! ¡España!» Para empezar, estas frases están incompletas, porque no tienen predicado. Tienen un sujeto, pero no tienen un predicado. Me quedé con la intriga de saber qué quería decir la gente con esto. Podría ser «España comparte frontera con Portugal». O bien «España tiene seis letras». O «España da asco», o cualquier otra cosa. Lo más curioso de todo es que el vasco de antes también se desgañitaba gritando esto cuando el partido terminó. «¡Este partido / lo vamos a ganar!» Aún admitiendo que hubiese algún jugador en el bar, no sé cómo pretendía ganar el partido a 900 km de distancia. Lamento profundamente que mi racionalismo cuasi-enfermizo, mi tendencia a no disgustar a los demás si no tengo un buen motivo y mi falta de apego por los colorines me impidan en días como hoy sentirme genuinamente feliz, pasármelo bien y hacer amigos. Creo que esto ya no lo voy a poder cambiar nunca.

Quotes by teachers–to–be

· 2 min read

My teacher training course took to an end. We still have to hand in a portfolio with some papers next week. But we already know that we all passed the course and that we are getting our certificate. Well deserved, because we worked really hard during these 11 weeks. That has been a crazy time for me — more than once I have been sleeping ridiculous number of hours several days in a row. I'm proud that I suceeded in balancing that with my new job. As I'm sure my classmates are proud of themselves, too. I am also thankful to the few people who are close to me and bore my misanthropy during these weeks. But we had many good laughs, too. And I met some interesting people (students, teachers and meta-teachers). In total, we were eight teachers of Spanish (of whom four Spaniards, three Colombians, one Argentine) three Italians and three French. This week we have been celebrating, also with our students. These are some quotes I heard and wrote down during the course.

“Si la violación es inminente, relájate y goza.”
        — Fernando.

“Acabo de tener una epifanía.”
        — Fernando.

“Un presente como los de antes.”
        — Fernando.

“Yo no quiero que mis niños se críen con Bob Esponja y con Dora la Exploradora*; quiero que tengan su mamá.”*
        — Ana.

“Siamo un binomio vincente.”
        — Isacco.

“Si italiana & francoparlante responden a todo, pero inglesa a nada → algo falla.”
        — In my notes.

“El subjuntivo: parte del problema está en la «fama» que tiene.”
        — In my notes.

“TRUCO DEL ALMENDRUCO. Cómo enseñar a principiantes a expresar opiniones SIN usar el subjuntivo.”
        — In my notes.

“Depende del contexto.”
        — The Universal Answer For All Linguistic Matters.

“Intentamos «esconder» al autor del error.”
        — In my notes.

“El [pretérito] indefinido está bien.”
        — Begoña.

“El pretérito indefinido es un pasado puro, ¿no?”
        — Begoña.

“El imperfecto es el presente del pasado.”
        — Vicens.

“Metapregunta [im]posible de un estudiante: «¿qué significa ‘¿qué significa?’?»”
        — In my notes.

“Hacerás.”
        — Author unknown.

“No sé si ustedes lo conozcan.”
        — Ana.

“Sí. El matrimonio.”
        — Fernando, being asked whether there is a cure for love.

«Mind you»

· 4 min read

Una de tantas iniciativas geniales que tienen en mi nueva empresa es la que llaman «Mind you». Cada mes, unos catorce empleados crean una especie de presentación sobre sí mismos. Cada uno diseña una hoja, o pantalla. (¿Cómo demonios se dice «slide» en español? Y no me digáis «diapositiva»…). Se trata de reflejar tu personalidad, tus parafilias preocupaciones, intereses e inquietudes, con proporción 4:3, de forma libre y creativa. Cada hoja se imprime entonces en formato A2 y todas se cuelgan en la pared de un pasillo (casualmente, el que está junto a mi sala de trabajo). Además, se junta todo en una presentación que se comparte en la intranet hasta el mes siguiente. Como soy de los más nuevos en la empresa, hace unos días la gente de RRHH me pidió que participase en la próxima tanda de carteles. Así que me puse a pensar en ideas para hacer un buen cartel que hablase de mí mismo y de mi mecanismo. Los carteles que he visto colgados en la pared durante estas semanas son muy variados. Abundan los collages de fotos con familia y amigos. Otros hacen un popurrí de imágenes relacionadas con sus aficiones, de fotografías de su último viaje o cosas así. También hay alguna ristra de citas. Unos pocos son realmente originales y están muy bien compuestos. Yo quería hacer algo medio original. Por supuesto, la primera idea me vino inmediatamente; después de todo, es facilísimo resumir lo que hay en mi cabeza con una sola imagen [NSFW]. O con dos imágenes [NSFW], a lo más. Sin embargo, por algún motivo descarté la idea. Pensé que quizá no era apropiado que mis doscientos compañeros de trabajo me asociasen a esa imagen. Je. Así que reprimí mi verdadera naturaleza, aparqué las pulsiones primarias e intenté centrarme en «lo demás». Que algo hay. Hace tiempo que pienso que las nubes de etiquetas que uno va construyendo en sitios sociales y agregadores son una magnífica descripción de uno mismo. Una descripción distorsionada por el propio medio, es cierto. Pero si usas las etiquetas correctamente, después de cierto tiempo es difícil que quede algún aspecto principal de ti mismo sin reflejar en forma de etiqueta. Quería llenar el cartel con alguna fotografía de las que amo. Elegí una de las obsesiones de esta etapa de mi vida, Tokyo, y busqué entre mis fotos de Japón. Ninguna era lo suficientemente buena; mucho menos para imprimir en grande. Tras mucho buscar opté por una foto ajena de Shibuya. Ya tenía un fondo con mucho contraste; oscuro y lleno de neón. Pero a la vez quería inundar el cartel con etiquetas. Empecé a acariciar la idea de saturar todo el espacio con información. Con la colaboración de Google Images junté unas cuantas cosas que me son queridas. Pero si las pegaba todas, unas junto a otras, terminaba con un collage ortopédico, y no quería eso. Decidí que mis etiquetas en del.icio.us eran más descriptivas que las de Flickr. Tenía curiosidad por ver cuántas capas de información (texto e imágenes) se pueden superponer sin perder la legibilidad de ninguna capa. Si mi experimento sirve para algo, la respuesta es «dos» :¬) Solo me permití añadir una referencia a «Blade Runner» fundiéndose por la izquierda, y superpuse 日本語 («japonés», escrito en ídem) en la parte derecha. Después jugué un poco con las máscaras de transparencia, los niveles de cada capa y algunos efectos, hasta que me gustó el conjunto. Todo esto, por supuesto, Gimp mediante. Alabado sea mil veces.

3 razones para salvar Radio 3

· 4 min read

«Me siento muy orgulloso de que Tricky, Massive Attack o Chemical Brothers hayan permitido que sus discos se hayan estrenado mundialmente en Siglo XXI antes que en ningún rincón del mundo. También es verdad que todos estos artistas encontraban asombroso que hubiera una emisora que a las once de la mañana y en difusión nacional pusiera sus canciones.»

Tomás Fernando Flores.

Los enamorados de Radio 3 de Radio Nacional de España somos unos sufridores. Nos hemos acostumbrado ya a vivir permanentemente con una corazonada agorera. Cada vez que el gobierno del país cambia de signo, cada vez que hay un nombramiento en RTVE… nos ponemos en lo peor. «Ya está», nos decimos. «Ahora sí; esto se acaba». En estos días el corazón se nos estruja un poquito otra vez. Hablan los papeles de cambios gordos que se avecinan en Radio 3, cambios de personas y cambios de ideas, y a ninguno nos sorprende. Parece que no se habla de cerrar la emisora, cierto. Pero, ¿qué diferencia hay entre cerrarla y mantenerla abierta con el mismo nombre pero cambiando completamente los contenidos? Manel Fuentes no tiene ningún sentido en Radio 3. No es una cuestión de calidad —el señor Fuentes es muy competente haciendo lo suyo— sino de oportunidad. Es como si Ramón García empezase a escribir guiones para las historietas de El Jueves. Estas son las 3 razones por las que RTVE y el gobierno deberían conservar Radio 3 con el mismo espíritu que tiene desde hace 30 años:

  1. No existe una alternativa a Radio 3. Sencillamente, en España no hay otra programación a nivel nacional siquiera parecida a la de Radio 3. Desde el punto de vista de la variedad, hacerla desaparecer sería más desastroso que hacer desaparecer La Ser, La Cope, Cadena Dial o incluso Radio 1 de RNE, puesto que al menos los tipos de contenidos de estas cadenas se pueden encontrar en otras emisoras, en casi todos los casos. Radio 3 es el único estandarte convincente en contra de las radiofórmulas, los patrocinios encubiertos, las listas de ventas, las modas de quince minutos, el conservadurismo cultural, el conservadurismo a secas, el papanatismo musical y los envoltorios histriónicos de los medios de masas.
  2. Radio 3 es prácticamente el único valor que algunos recibimos a cambio de nuestra contribución a RTVE. Y aún así Radio 3 es extremadamente barata. ¿Que Radio 3 no es viable económicamente? Vamos a ver eso. En «El Ente» llevan años rasgándose las vestiduras por la baja audiencia de los programas de Radio 3 en comparación con programas mainstream de otras de sus cadenas. Parece evidente que Cuando los Elefantes Sueñan con la Música siempre va a tener menos audiencia que el magacín de la mañana de Radio 1. Pero, ¿cuáles son los costes de producción de uno y otro? Dado que en RNE no hay apenas hay publicidad, el único criterio económico de viabilidad debería ser el coste relativo, en oyentes/€. Pero en cualquier caso, y dado que RTVE es un «servicio público» en teoría ajeno a intereses comerciales, el económico no debería ser nunca el único criterio a aplicar. Por otro lado, el propio carácter selectivo de los oyentes de Radio 3 hace que estos apenas consuman muchos otros productos de RTVE que están dirigidos a un público mucho más amplio.
  3. La cultura y la música en España sufrirían si Radio 3 desapareciese. Muchos aspectos de la cultura y muchas tendencias musicales tienen en Radio 3 su único eco con cierto alcance. La música indie no quiere que Radio 3 cambie. Las contracorrientes tampoco; la vanguardia musical, las artes plásticas, la tecnología, los músicos que terminan su primera maqueta, los performers, los pequeños festivales, también los festivales grandes, las músicas del mundo, la poesía, el country, el silencio, la música brasileña, el jazz… incluso la UNED confía en Radio 3.

Un poco de ciencia

· One min read

Teorema Del Ánimo Inducido:

«Para cualquier grado de cansancio acumulado c, hora intempestiva h y tarea importante e inaplazable t existe al menos un par {e, v} con e estilo de música y v volumen que hace t soportable.»

Conjetura Del Masoquista (no demostrada):

«Además, siempre existe al menos un par {e, v} que hace t placentera.»

Teorema De Friquismo No-Anulable:

«No importa cuan grandes sean c y h, siempre es posible encontrar al menos una parida p que necesite ser blogueada antes de acometer t

Cuatro razones para estar contento

· 2 min read

Una revelación de optimismo repentino que me vino esta tarde, de ésas que conviene atrapar y archivar pa' cuando hagan falta:

  1. Por las mañanas tardo exactamente veintidós minutos en llegar desde casa a mi nuevo trabajo; tres paradas de metro sin transbordos más dos paseos muy cortos. Al mediodía puedo andar cinco minutos y comerme el bocata en el «Km 0» de Londres, sentado en las escaleras de la National Gallery, al pie de la Columna de Nelson.
  2. Por las tardes, después del trabajo, sólo tengo que caminar otros diez minutos para llegar a la escuela de idiomas en la que hago mi curso para ser profe de español: un par de manzanas hacia el norte, cruzo Covent Garden justo por el centro de la plaza y enseguida llego a Holborn. Si me pongo tonto alargo el paseo un minuto o dos más y atravieso también Seven Dials, un barrio que me encanta.
  3. Mi nueva empresa es muy solvente y ofrece todas las facilidades típicas de una organización con casi 200 empleados en Central London. Me pagan más que en mi trabajo anterior, en principio trabajando igual o menos. Y los horarios son medio flexibles. Parece casi seguro que no voy a tener problemas para ir a clase cada tarde de lunes a jueves.
  4. Desde que cambió la hora, salgo del trabajo y aún es de día un buen rato.

Hago lo que me da la gana con mi tiempo. No dependo de nadie y nadie depende de mí.

Londres-Bruselas HOWTO

· 3 min read

Esta tarde cojo el Eurostar de nuevo, esta vez para ir a Bruselas 48 horas, a pasar el finde con el Sr. Zugaldía. Los objetivos de la misión son estos, y en el siguiente orden:

  1. Aprovechar lo raro que es que podamos coincidir en el mismo punto del espacio-tiempo y ponerme al día con Z. Tomar algo, arreglar el mundo, charlar de todo un poco. Retomar la polémica "Londres vs Bruselas" y hacer ver a Antonio de una vez que Londres es la capital de Europa, mientras que Bruselas, si se esfuerza, podría llegar a la categoría de digna localidad de provincias }:¬D
  2. Probar el plato típico local, que es… mejillones con patatas fritas (Z dixit!).
  3. Ver si aún encuentro algo de la nieve que cayó en Bruselas hace una semana.
  4. Fotear la versión femenina del Manneken Pis, que no vi cuando pasé un día en Bruselas hace años.
  5. Vivir peligrosamente y sentirme al otro lado de la ley haciéndole fotos al Atomium y subiéndolas después a Flickr sin pedir autorización.

Por si alguien más está interesado en escaparse a Bruselas un fin de semana desde Londres, detallo los pasos a seguir:

  1. Ir a http://eurostar.com.
  2. Hacer clic en "United Kingdom".
  3. Seleccionar Londres-Bruselas-Londres y un fin de semana cualquiera.
  4. Seleccionar la combinación más barata.
  5. Extrañarse de que éso sea "lo más barato".
  6. Volver a http://eurostar.com y entrar esta vez por el lado belga, haciendo clic en "Belgium" (tendrás que borrar las cookies).
  7. Seleccionar el viaje inverso (Bruselas-Londres-Bruselas) para el mismo fin de semana, en la combinación más barata.
  8. Calcular el cambio de moneda y comprobar con indignación que cuesta entre un 30% y un 40% menos.
  9. Maldecir un poco (en inglés o en francés, esto da igual).

En realidad no importa que entres por el lado insular o por el continental. Lo que cambia tanto el precio es el sentido del viaje de ida y vuelta (aunque con el cambio actual de divisa, el mismo viaje es más caro reservándolo en euros que en libras). Si uno vive en Londres y tiene que viajar en Eurostar al menos unas pocas veces al año (por ejemplo, por motivos de trabajo) sale más barato comprar el primer viaje suelto, y luego ir cabalgando idas y vueltas como vueltas e idas.

Sex in Japan

· 2 min read

For all Japanophiles out there: via @esole I found the other day a very instructive post entitled “Sex and flirting in Japan” …that talks exactly about what its title says, from the perspective of a foreign girl living in Japan (and flirting and having sex with Japanese guys). The post is especially interesting because it's not PC, but rather a bit “mean” and explicit (and funny). It explains the Japanese very special way of understanding relationships between men and women, and sex (mojigatos, stay well away from this post). Having visited Japan once myself, and being very curious about Japan and the Japanese, I can relate to most of what supacat is telling here (although I didn't have any experience in that particular field and my mindset during those two weeks was not that ;¬) You don't need to flirt with a Japanese girl to notice that women in Japan are passive and submissive — to extents that shock us Westerners and even make us feel embarrassed. You don't need to have sex with natives to understand that there are rules always. You can feel rules floating around in every interaction with other humans, and personal spaces tend to have very large radii. So if you thought that Japan is further away than Mars (it is further away than Mars) go and read this. Shocking, to say the least. And IMHO not very appealing :¬( If after this you still want to visit Japan, don't miss Kirai's ten tips for a trip to Japan (in Spanish). [Note: right before hitting the “publish” button I double-checked my links and… the post is gone :¬( Looks like supacat just decided to remove it. It's a pity. Good news is, it was online long enough to get tweeted, reddit'd and digg'd, so you might be able to find it pasted or cached somewhere…]

Segundo aniversario

· 2 min read

Mañana («hoy», en realidad) hará exactamente dos años que vivo en Londres (¡dos años, ya!). Hace días que lo apunté en RTM para acordarme de hacer repaso y compartirlo con vosotros aquí hoy. Como ya hiciera hace un año. Pero en estos días me rondan la cabeza bastantes más cosas. Trabajo, otras actividades y algún cambio; ya os contaré. Las últimas semanas han sido intensas, y las que se avecinan van a serlo aún más. Hoy trabajé hasta tarde, llevo cansancio acumulado y debo dormir unas horas. Porque mañana me voy cuatro días a Escocia con PabloBM, Golan y Rosario :¬) Así que de momento, paso de escribir sobre mi aniversario. Ya resumiré mis impresiones de estos dos años a la vuelta, si es que veo que tengo algo medianamente interesante que compartir. Estaré en analógico total durante los próximos cuatro días (no llevo portátil y mi teléfono es un dumbphone). Unas 96 horas sin hacer Ctrl+R ni ⌘R en ninguno de los quince mil sitios, servicios y comunidades en los que “vivo”. Eso para mí equivale a una eternidad larga. Pero me va a venir bien despegarme del teclado; aunque sea a la fuerza, pardiez. Pasad un gran fin de semana.